domingo, octubre 08, 2006

Mis pies nunca tocarón tierra.








Amor de hombre me invito de princpio de semana a la playa.





Hermoso el Pacífico, bravo y calmo:
Las olas altas de Zicatela, bravo.
Las tibias y suves de la bahía de San Agustín, calmo.
Arenas grises y suaves,
doradas de granos redondos.
Y blancas, como polvos mágicos, de tan finas y suaves.




Paseamos en auto, en lancha y en el pensamiento.

Nos divertimos delicioso, hablamos, platicamos con singular alegría, reímos, reímos mucho, gozamos, nos gozamos y nos soñamos y soñamos.

Mis pies nunca tocarón tierra: volaba, levitaba, sentia, me volví etérea.


1 Comments:

Blogger Rafael said...

Que envidia, definitivamente...

Me hace falta un paseíto así, ojalá pronto pueda, y al igual que tú no tocar el piso

Saludotes

10/10/06 23:13  

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